Los fundadores de la PNL también constataron la intención positiva inicial de cualquier conducta y hábito, que quiere protegernos de algo que podría ser un peligro, o aportarnos algo agradable que nos ayude a conseguir nuestras metas.

Sin embargo, por experiencia propia, sabemos que esta intención positiva no siempre se refleja en resultados igualmente positivos, sino a menudo sucede más bien lo contrario.

Es bastante fácil reconocer la intención positiva de algunos hábitos poco saludables, como fumar para calmar los nervios o beber demasiado alcohol para olvidar o relajarse, pero a menudo se convierte en una adición que perjudica mucho más de que lo que aporta.          

Te ofrezco ayudarte a encontrar la intención positiva inicial de los hábitos y conductas nocivos para sustituirlos por hábitos y conductas mucho más beneficiosas para ti.