Esta máxima significa que casi todo lo que percibimos, no es más que la interpretación subjetiva de la realidad que somos capaces de entender y que, a menudo, tiene poco que ver con la realidad, porque se basa en una percepción individual, influenciada por los recuerdos de las experiencias que quedaron grabados en nuestro inconsciente a lo largo de nuestra vida.
Un proceso de coaching con PNL ayuda a limpiar esos “filtros empolvados” de la mente y a deshacer los bloqueos y traumas causados por ciertas vivencias que siguen ejerciendo una enorme influencia en nuestra vida actual.